Tiene los golpes, la fuerza y una muy buena movilidad a pesar de medir 1.90 centímetros. Aunque es un tenista juvenil, su actitud es de profesional. Ese es Mateo Andrés Ruíz, un joven de la camada del 96, parte del relevo generacional del tenis colombiano que está cursando último año de bachillerato, oriundo de Bogotá pero criado en tierras santandereanas con el empuje y la berraquera en la sangre.
Con 17 años recién cumplidos, Ruíz consiguió el pasado lunes en el Futuro F5 de Manizales, el segundo punto ATP de su carrera después de dos años de haber obtenido el primero con un récord.
Hoy vive un momento importante de su vida en la casilla 742 del ranking juvenil ITF, su mejor posición; aferrado al trabajo y la constancia para mejorar su tenis. Mateo, en una entrevista exclusiva, habla acerca de la felicidad que le produce su actual momento y sobre las expectativas que lo alimentan día a día.
¿Qué significa haber conseguido el segundo punto ATP de su carrera después de dos años?
Siento alegría, es motivante y gratificante después de tanto esfuerzo que se ha hecho. Si los cuadros no me venían favoreciendo, eso no tiene nada que ver. Existe la suerte, pero esto es fruto del trabajo.
¿Y dónde se gesta ese trabajo?
En las horas diarias de duro entrenamiento. Ahora soy más maduro, pienso en trabajar fuerte, en estar concentrado en mi labor.
Usted es el tenista colombiano más joven en posicionarse en el ranking ATP. ¿Cómo ve a la distancia ese récord?
Es algo que me gané, me siento muy feliz y orgulloso por haberlo logrado. Pero es cosa del pasado. Hoy, sin presiones, lo que me importa y en lo que estoy pensando es en mejorar parte tenística, física y mental. Cuando trabajas duro y te esfuerzas los resultados llegan en algún momento.
¿Qué significan los torneos Fututos para usted?
Es una gran oportunidad para sacar los primeros puntos y para que muchos jugadores jóvenes empiecen a competir. Son la forma de salir y crecer como jugador profesional, de medir tu nivel.
¿Cuándo cogió por primera vez una raqueta y qué lo atrapó del tenis?
Empecé en la Liga Santandereana de Tenis cuando tenía siete años, a raíz de que mi hermano jugaba, y eso me llamaba la atención. Y me atrapó su belleza. Al principio lo hice por diversión, pero a medida de que fui creciendo y los resultados me fueron acompañando decidí tomarlo de manera competitiva. A mis padres les encanta que juguemos, pues estamos en un ambiente sano.
¿En qué momento se dio cuenta de que tenía madera?
Cuando jugué mi primer Futuro en Cúcuta. Tuve la oportunidad de jugar con un gran jugador, el dominicano Víctor Estrella y a pesar de haber pedido 6- 2 y 6- 1 vi que tenía chances, me fue bien, me acuerdo que me puse feliz. Esa fue una experiencia muy bonita. Ahí decidí tomar el tenis como profesión.
¿Actualmente quién es su entrenador?
Jaime Cortés, hace dos años y medio estoy con él, en el Equipo Elite Tenis Managment.
¿Y quiénes han sido sus formadores?
Han sido cuatro personas, los entrenadores José Rojas, Fabián Bohórquez e Ignacio Moreno, y el preparador físico José Manuel Leito.
¿Cómo es un día normal de entrenamiento suyo?
De 8 a 10 de la mañana voy al gimnasio, de 10 a 12 practico tenis. Luego descanso dos horas. Y en la tarde, de 2 a 4 hago tenis de nuevo y finalmente termino la jornada con una hora de entrenamiento físico
Usted también jugó baloncesto en su infancia, quizás sea uno de los motivos que explican su biotipo y estatura. ¿Para usted cuánta importancia tiene la preparación física en el tenis?
Me parece muy importante. Yo le dedico tres horas diarias al físico, pienso que es necesario. Uno tiene que estar muy bien preparado físicamente para que en un partido muy largo puedas rendir en la cancha.
¿Cuál es su opinión sobre el momento que atraviesa el tenis colombiano? ¿Qué cosas buenas y malas advierte?
Hay cosas muy positivas, el tenis se está masificando, cada vez hay mejores juveniles y mejores competidores. Las falencias, la falta de ayuda. Casi nunca se apoya el deporte como se debería.
¿Qué hacer para aprovechar esta gran camada de jugadores colombianos?
Yo diría que con una buena dirección y apoyo.
¿Qué significa una buena dirección?
Una buena dirección significa un buen entrenador, que sepa manejarte, que sepa elegir los torneos que tienes que jugar. Es importante que haya estado en el circuito, que haya viajado y sobre todo que tenga experiencia y sepa transmitirla.
¿Cuáles son sus objetivos inmediatos?
Mi idea es jugar los torneos ITF, estoy más enfocado en jugar juniors que en los profesionales. Mi meta es seguir creciendo y armándome como jugador, y en 2014 clasificar a los Grand Slam juveniles.
¿Un lema de vida?
El 99 por ciento es habilidad, el uno por ciento es talento. O sea, más que la habilidad, para llegar a la meta se necesita trabajar muy duro.
Cuando recuesta la cabeza en la almohada, ¿con qué sueña Mateo Ruíz?
Con el top 20 ATP.
Ping Pong
¿A qué se aferra cuando compite?
A Dios.
¿Un golpe?
El saque.
¿Una ciudad?
Bucaramanga.
¿El valor que más rescata inculcado en su casa?
El respeto.
¿Cuál es su comida favorita?
El róbalo.
¿Un libro?
Operación del caballo de Troya
¿Un deportista?
Michel Phelps.
¿Qué le genera adrenalina?
La velocidad.
¿Mar o montaña?
Mar.
¿Su materia preferida y en la que peor le iba en el colegio?
La preferida, sociales y la peor matemáticas.
Junto a su hermano Pedro Pablo Ruíz y su entrenador, Jaime Cortés. Al lado, exponiendo su saque, una de sus principales armas de juego además del drive.
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