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Benítez, música con la raqueta

Juan Manuel Benítez, música con la raqueta

Dedicación, mentalidad ganadora, tesón. Esos fueron los ingredientes con los que Juan Manuel Benítez, tenista antioqueño de 17 años, venció la adversidad de once primeras rondas con caídas en la misma cantidad de torneos Futuros disputados. Luego del esfuerzo y la sequía, a comienzos de agosto en el F3 Medellín, recogió el fruto de cuatro años de sacrificio: su primer punto ATP.

Desde finales de 2009 este jugador colombiano a punto de cumplir la mayoría de edad e instalarse en la arena profesional, está radicado en Argentina entrenando en la Academia Pilará del exjugador Gustavo Lusa, con la intención de hacer carrera.

En su niñez, Benítez fue un gran pianista. Hoy, gracias a esa afinidad artística, usa sus manos para empuñar otro grandioso instrumento.

*Entrevista Exclusiva

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Foto Cortesía Liga Antioqueña de Tenis

¿Qué balance hizo después de los Futures que se realizaron en Colombia en donde­­­­ logró su primer punto ATP? También sumó en el F4 Bogotá y en el F5 Manizales.
El balance es muy positivo. No es que iba mentalizado por el punto, pero me saqué un peso de encima. Estuve 4 años jugando, llegué a competir en 30 torneos y no sumaba. Solo experiencia. Llega un punto en que sumar experiencia te motiva pero sientes que falta algo. Sumar fogueo sirve, pero los resultados son los que valen.

Entonces está más motivado que nunca…
Cuando ganas el primer punto solo querés seguir trabajando y ganando más y más. Motiva mucho que en Colombia la mayoría de Futuros sea de 15.000 dólares. Es una ventaja importante.

¿Qué es lo más difícil de estar viviendo la transición al profesionalismo?
Es clave creer en uno mismo. Uno tiene que saber que tiene la misma posibilidad que el otro, que uno puede sumar y ganar. Todo depende de uno. El tenis es un deporte muy egoísta, tenés que pensar en ti, no es nadie sino uno el que gana. Si sabes que tienes las posibilidades y las capacidades, te las tienes que creer.

¿Qué significa ser parte de la nueva sangre del tenis colombiano?
Voy a aprovechar todas las opciones que me dé el tenis. Es un orgullo, una satisfacción, es un lugar que me gané solo, con ayuda de mis padres. Llegar a representar a todo un país con el deporte, en un momento espacial, es una oportunidad que no hay que aprovecharla.

¿Cómo fue su infancia? ¿Practicó otros deportes en su niñez?
Muy buena, acompañado de sus papás, de mis hermanos, más que nadie de mi hermano mayor. De chiquitos teníamos un lote, un campo y nos íbamos a pasar la tarde y a jugar todo el día. Estudié en un colegio alemán en donde nos inculcaban las artes, desde los cuatro años te ponían una flauta en la boca. A los 6, 7 años empecé clases de piano. Pensaba en ser pianista, estaba en clases, también estaba en el equipo de fútbol y en el de baloncesto. Pero siempre se cruzaban los partidos y las clases con el tenis, y me tocaba decidir. El tenis me atrapó.

 ¿Y qué significa la música en su vida?
Es un elemento primordial. Siempre las vas a necesitar. La música te ayuda para vivir. Me gustaría volver a tocar un instrumento. Hace un par de años jugué un torneo en Bogotá y un día en la casa donde me estaba hospedando, una persona tocó y me puse a llorar de escuchar esa música, y también de acordarme que yo tocaba muy bien.

¿Cómo fue su inserción en el tenis y a qué edad cogió por primera vez una raqueta?
Empecé porque mis papás, antes de casarse, empezaron a tomar clases. Y para no quedarnos con mis hermanos solos en la casa los acompañábamos. Así empezamos mi hermano y yo. La edad mínima para tomar clases era 5 años, yo no podía porque tenía 4. Pero mis papás hablaron y me metieron en Liga Antioqueña de Tenis. Los primeros fines de semana me marcaron.

¿Y su formación tenística cómo fue?
Hasta los 13 años estuve en la Liga. Allí me colaboraron Fernando Loaiza, Julián Loaiza, Luis Fernando López, Ignacio Arroyabe, Gildardo Cuartas, Jaime Restrepo, Ceferino Ochoa. Cuando niño jugué “Chiquitines”, “Master kids” en El Bosque. Cuando uno juega tenis y empieza a saber, uno siempre quiere desea ser tenista profesional. Siempre me gustó competir.

¿Por qué decidió ir a vivir a Argentina?
En 2008 Gustavo Lusa, un entrenador argentino que realiza jornadas de capacitación estuvo en Colombia, en donde presentó su academia de tenis. En esa visita mis papás lo conocieron, les interesó la idea de que fuera a probar y me mandaron un mes. Ese mes fue algo nuevo. Vi que mejoré, y me dieron ganas de volver. Creo que eso es lo más importante y lo que te impulsa, las ganas de mejorar. Y después de ir y venir, a comienzos de 2010 decidí irme a definitivamente. He contado con el apoyo de mis papás para seguir viajando, para jugar torneos, todo se lo debo a ellos.

¿Quiénes son sus entrenadores en la academia Pilará?
Patricio Rudi, Diego Medina, Ariel Suárez, Thomas Gattiker, Gustavo Lusa.

¿Cómo es un día de entrenamiento suyo y cuánta importancia le adjudica a la parte física para el desarrollo de un tenista?
El progreso físico en los entrenamientos y en el gimnasio después lo ves trasladado en los resultados. Pienso que es muy importante la preparación física. Todos los días, mi entrenamiento es dobles turno, lo que cambia los ejercicios específicos. Siempre de temprano, de 8 a 9 gimnasio, con el preparador físico Pablo del Potro, de 9 a 10.30. Luego a la cancha y trabajo de mano, un drill con la mano que nos ayuda a usar más las piernas, porque la bola va sin peso le das el peso vos. Después almuerzo, siempre como lo mismo, tirabuzones con salsa mixta gratinada, jugó de naranjo y un postre. La alimentación es fundamental, y esto es parte de mi dieta. Descanso, y a las 3 empiezo el segundo turno con trabajos específicos según el día, consistencia, control, movilidad.

¿Cómo es su vida en el Gran Buenos Aires?
Estoy viviendo tranquilo, vivo dentro del club, así que los días son a veces rutinarios producto de la disciplina de entrenar y cuando hay competencias, jugar. Vivo dos compañeros que también entrenan aquí, Nicolás Paolini y Mario Capelari, mis compañeros de habitación. En los ratos libres uno intenta divertirse, relajarse un poco, pero sobre todo descansar. Algo de cine, salir comer algo.

¿Para usted cuánta importancia tiene estar bien rodeado, con contención familiar y una buena dirección?
Muy importante. Hubo jugadores que jugaban bien pero no tenían un buen entorno o un orden en la vida tenística, física o metal que no los ayudaron a progresar, a seguir. No es solamente pegarle bien a la pelota. Ahora el tenis es muy exigente, físicamente y en todo sentido. Jugar lindo se acabó. El que tiene buena mentalidad o buen físico, le gana al talentoso. Estar bien rodeado también tiene que ver con apoyos en expertos en sicología deportiva para ser más positivo, vencer miedos, fortalecer la autoestima.

¿Qué cosas ha aprendido lejos de casa, enfrentado ni más ni menos que contra sus anhelos?
He madurado mucho, he aprendido que si uno hace las cosas mal, el único perjudicado es uno mismo. Y esto tiene que ver con cómo entiendes el tenis. Cuando tenía 12, 13 años viajaba solo en el circuito nacional. Hoy he madurado mucho, soy más ordenado, he crecido como persona, que creo que es súper importante. No sirve ser buen tenista si soy mala persona.

Usted cogió el camino contrario al de la posibilidad de desarrollar el tenis al tiempo que estudiar...
La universidad es una decisión personal. Pero hay una realidad. Saber que vas a la universidad te debe desmotivar. Si uno quiere ser profesional uno se pregunta qué necesita. Necesita puntos. ¿Pero si decides irte a la universidad qué motivación tiene ganar puntos?

¿Qué percepción tiene de la actualidad que atraviesa el tenis colombiano?
Bien, aunque no veo mucho compromiso en los que he visto de parte de algunos entrenadores, que deberían pensar más allá de becas, a enseñar a ser profesional al jugador desde niño; y de los mismos jugadores, más conciencia en su salud, en su alimentación, en estirar antes de los partidos, en nutrirse e hidratarse como debe ser.

¿Cuáles son sus objetivos inmediatos?
Pasar el nivel Challengers lo antes posible. Con estos puntos que gané puedo jugar qualy de Challengers, así que voy a intentar. Ahora voy a jugar los Futuros en Argentina, en Neuquén, Córdoba.

Cuando recuesta la cabeza en la almohada, ¿cuáles son los sueños de juan Manuel Benítez?
Ser número uno y ganar. Ganar es en lo que uno sueña en cada torneo. Ganar todo lo que juegue.


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El puño apretado, símbolo de la garra y el ser ganador. 

Ping pong

¿A qué se aferra a la hora de competir?
A las ganas de ganar

¿Un golpe?
Derecha

¿Una ciudad en el mundo?
Medellín

¿Cuál es su comida favorita?
Cualquier cosa que venga del mar.

¿Una película?
Sherlock Holmes

¿Mar o montaña?
Mar.

¿Una materia en el colegio favorita y la que no le gustaba?
Biología y sociales

¿El principal valor que lo inculcaron sus padres? 
Respeto.            

¿Una virtud?
Capacidad de socializar. 

¿Un campo a explotar?
La cocina

¿El principal rasgo de su carácter?
La tranquilidad.

¿Qué lo indigna?
El egoísmo.

¿Lo primero que hace cuando llega a Colombia?
La última vez que fui, me comí una bandeja paisa. Eso sí, sin aguacate.

 

Pablo de Narváez
Periodista
Federación Colombiana de Tenis

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