El año tenístico no tuvo fin. Recién comenzado el nuevo año, un puñado de jugadoras colombianas juveniles y en transición al mundo profesional, acababan la pretemporada para encarar el calendario 2014, año que ya empezó para algunas de ellas, que debutaron en el ITF Junior Grado 1 50th Coffee Bowl en Costa Rica, luego el ITF Junior Grado 1 Copa Gatorade 2014 en Venezuela y ahora, en este momento, la Copa Indervalle y el ITF Junior Copa Barranquilla, ambos categoría Grado 1.

Julián Mauri de espaldas y camiseta amarilla, monitorea el ejercicio de velocidad y freno. Múnera, Pérez García, Valero y el invitado José Fernando Carvaja, dejan todo en el entrenamiento. 

Fue una pretemporada dura, rigurosa y a conciencia en Pereira, la capital del departamento de Risaralda, tierra cuna de figuras de este deporte de raqueta, así como lugar precioso por su gente y su clima, que hizo de sede para el trabajo físico que emprendieron las tenistas.

Las barranquilleras María Paulina Pérez García y Paula Andrea Pérez; la vallecaucana Juliana Valero y la risaraldense Sofía Múnera, parte del relevo generacional del tenis femenino colombiano, estuvieron comandados por el argentino Julián Mauri, coordinador del área de preparación física de la Federación Colombiana de Tenis, y por Karen Castiblanco, exjugadora y entrenador, actual directora de Tenis Femenino de la Federación, quien convivió con ellas durante la estadía.

Fueron tres semanas y media. Los primeros 15 días, cargas altas en la parte física y de pequeños ajustes técnicos para el mejor rendimiento de los golpes. Los siguientes 10 días, cargas más bajas y en tenis se aumentaron las horas de tenis, con planteamientos tácticos y partidos de entrenamiento.

La elongación y el estiramiento, también son primordiales para un correcto acondicionamiento físico. 

Según Julián Mauri, “hicimos evaluaciones y a partir diseñamos una planificación para cada jugador. Trabajamos doble turno entre gimnasio, aceleración y velocidad y fuerza potencia. Tuvimos una magnífica experiencia y pudimos hacer todo lo que queríamos
Al entrenamiento en Pereira lo alternamos con exposiciones intermitentes en altura
en Manizales y el Nevado”.

Jugar puntos entre ellas, entrenar y “competir”, generó una competencia interna sana y reflexiva, en la cual se logró movilizar las fibras de la cohesión, además de una gran calidad en los diferentes ejercicios dentro de jornadas de entrenamiento.

“Me gustó mucho la actitud y predisposición de las niñas frente al trabajo. La parte física fue muy exigente, pero poco a poco se van dando cuenta de que este es un factor primordial para el adecuado desarrollo de cualquier deportista que quiera ser profesional”, dice la bogotana Karen Castiblanco.

La Federación Colombiana de Tenis está trabajando en conjunto con el grupo de trabajo de cada una de las niñas. Haciendo sugerencias en los diferentes aspectos de las jugadoras y trabajando en equipo para el beneficio de ellas. Queremos que estás niñas cuando comiencen a jugar profesional, tengan unas excelentes bases tanto físicas, como tenísticas y psicológicas, y que logremos tener jugadoras entre las top 100 WTA en un futuro.

Hubo otras cinco jugadoras convocadas, que también hacen parte del relevo, que no asistieron por diversos motivos. 

Poder desarrollar estas concentraciones trimestralmente para poder hacer un mejor seguimiento, es el camino a seguir, en un trabajo conjunto con los entrenadores a medida que avance el calendario y según lo planificado por cada una.

Pablo de Narváez
Periodista
Federación Colombiana de Tenis

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